viernes, 20 de abril de 2018

Introducción al Entrenamiento Funcional


Por definición “el entrenamiento funcional” significa entrenar con un propósito. En otras palabras debe tener un efecto positivo en la actividad o deporte que se practica. El entrenamiento funcional adopta la multi-faceta y un acercamiento integrado para mejorar la fuerza y el acondicionamiento total de aquellos que lo utilizan. Originalmente este acercamiento funcional estaba excluido en ámbitos de la rehabilitación y la medicina deportiva. Los rehabilitadores y terapeutas no sólo tienen que devolver al deportista a su patrón de vida cotidiano sino también al más alto nivel para que los preparadores físicos puedan recuperar su máximo rendimiento. En la vida cotidiana el terapeuta que trabaja con un albañil que ha sufrido una lesión enseña al paciente a levantar cajas, arrastrar la carretilla, tirar de la polea para elevar cubetas, dejar materiales pesados en el suelo; en definitiva, fortalecer los grupos musculares principales y auxiliares para poder corregir y mantener una postura correcta y eficiente durante sus tareas principales. Esto es entrenamiento funcional.


El entrenamiento funcional debe integrar todos los aspectos del movimiento humano. Para llegar a tener un entendimiento completo de este acercamiento, el interesado debe llegar a ser un estudioso del movimiento humano, observar a los niños jugar, a los adultos en el trabajo y a los deportistas durante la competición analizando cada movimiento, punto de apoyo, giro, salto, frenada, etc. Puesto que la vida, como el deporte, es un evento caótico e impredecible, nuestro entrenamiento debería reflejar hasta cierto punto esta realidad.
Como regla general, el entrenamiento funcional resta importancia a los movimientos mono-articulares en contraposición a las máquinas de carga guiada que encontramos en gimnasios, las cuales vienen a trabajar grupos musculares aislados y de forma estricta, limitando los rangos de movimiento tridimensionales. Sin embargo, la verdad es que casi cualquier ejercicio puede ser funcional para una persona en un momento o ciclo determinado. Muy a menudo, si nos encontramos en una fase inicial de una rehabilitación, con una persona poco coordinada o con un iniciado, una máquina de carga guiada o un ejercicio de ejecución sencilla pueden llegar a considerarse funcionales. Aun así, el uso generalizado de máquinas va en contra de la filosofía del entrenamiento funcional por muchas razones.
Hoy en día, el movimiento global sobre el entrenamiento funcional tiende a enfatizar el entrenamiento con cintas TRX, tablas de equilibrio, mancuernas, kettlebells (pesas rusas), balones medicinales, pelotas de entrenamiento, elásticos, Bosu, sacos de arena y ejercicios con el peso corporal.
Bosu



Tablas de equilibrio

Pesas rusas (Kettlebell)



Superficies inestables y rendimiento
La cuestión y la controversia están en si debemos entrenar sobre superficies inestables o no, y si realmente mejoran el rendimiento deportivo. De entrada sólo comentar que si estos métodos ayudan a prevenir lesiones ya se puede considerar una mejora en el rendimiento. Dejar a un deportista fuera de la cancha porque ha tenido un mal apoyo durante un salto o un giro, lo puede dejar fuera durante semanas y puede afectar la temporada y el rendimiento global suyo y del equipo. El concepto importante a entender es que todo esto se mueve alrededor de la “especificidad”. Si un atleta practica el lanzamiento de un balón medicinal sobre una colchoneta inestable de espuma dura, terminará siendo un buen lanzador de balón medicinal sobre una colchoneta de espuma. De acuerdo con el artículo, el efecto de transferencia de lanzar una pelota con potencia y precisión en el terreno de juego puede que simplemente no exista. Esto es porque al aprender una nueva destreza lo hacemos de forma lenta y conforme practicamos nos vemos capaces de hacerlo más rápido y eficaz.
Existen otros tipos de equipamiento que puede ser de gran utilidad dependiendo de los objetivos que busquemos y las acciones realizadas en el deporte para el que queremos entrenar. Balones medicinales con asas, balones medicinales tipo tornado, bandas elásticas, pesas rusas, mazas indias, sacos de arena, trineos de arrastre (con funcionalidad para el tren superior), chalecos lastre, neumáticos de tractor y otras piezas de equipamiento no convencional , pudiendo con todos mejorar la fuerza funcional del deportista y la potencia. Finalmente, un entendimiento adecuado sobre como diseñar un programa de entrenamiento, la ciencia del ejercicio y las necesidades, condiciones y mentalidad del cliente /deportista tendrá el mayor efecto “funcional” en el rendimiento.
Como resumen las ventajas biomecánicas para el desarrollo de músculos complementarios y estabilizadores que soportan y asisten a los grupos musculares principales pueden obtener un mayor desarrollo con el entrenamiento inestable (al verse menos aislados que en ejercicios de máquinas convencionales). Segundo, el trabajo unilateral, por ejemplo, sentadillas o saltos con una pierna, deben formar parte del programa integrado funcional del deportista. Ambos puntos guardan una relación directa con la prevención y la salud del deportista. Tercero, el funcionamiento humano es tridimensional y muchas máquinas de ejercicio funcionan en un único plano, bien sea frontal, sagital o transversal. Esto deja a gran parte de la maquinaria cojeando de cara a nuestros objetivos reales en los que los tres planos actúan simultáneamente. Cuarto, los deportistas que practican modalidades de larga distancia también se pueden beneficiar de la aplicación del ejercicio de fuerza funcional; no todo está en hacer cantidades alarmantes en su kilometraje semanal. Si se consigue evitar las lesiones, se puode seguir el programa planteado para la temporada, realizando los ajustes necesarios, pero sin tener que volver a empezar desde cero por un infortunio.


Datos obtenidos pagina web: www.altorendimiento.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario